Ejercicio para reconectar con la sensación de seguridad

Puedes usar este ejercicio en momentos de angustia, frustración, preocupación o cuando tengas pensamientos excesivos sobre algo. A través de la identificación de anclas de seguridad puedes conectar con lo que te hace bien dentro de tu entorno presente.

Duración recomendada: 5 minutos

Ejercicio para reconectar con la sensación de seguridad

1. Si estás sentadx, reconoce los puntos de apoyo de tu espalda en relación a la silla o elige si prefieres hacerlo de pie y reconocer el piso que soporta tu cuerpo.
Si lo haces de pie puedes hacerlo descalzx o en medias y abre las piernas al ancho de tus caderas.


2. Elige si quieres hacer este ejercicio con los ojos abiertos o cerrados.

3. Toma una inhalación profunda, exhala profundo


4. Reconoce cómo están tus piernas, caderas, espalda, abdomen, pecho, hombros, manos, cuello, nuca y cabeza.


5. Identifica sensaciones que puedas percibir a través del tacto.


6. Reconoce la temperatura de tu cuerpo y del espacio donde estás.


7. Define si alguna de esas sensaciones percibidas es agradable para ti. Cuando la encuentres deja tu atención ahí un rato.


8. Identifica qué sonidos hay a tu alrededor, desde los más lejanos hasta los más cercanos.


9. Reconoce si alguno de estos sonidos es de tu agrado. Si lo encuentras, concéntrate un rato ahí.


10. ¿Qué pasa en tu cuerpo cuando llevas la atención hacia aquello que es agradable para ti?


11. Identifica qué sabores hay en tu boca que sean de tu agrado. Préstale atención a ese sabor.


12. Identifica qué olores hay en tu cuerpo y entorno que sean de tu agrado. Préstale atención al que te parezca más agradable.


13. Piensa en un lugar de tu cuerpo que para ti sea una zona de seguridad, conexión o relajación. Cuando la identifiques lleva tu atención a esa zona.
Inhala con más profundidad y exhala más despacio.


14. ¿Qué te pasa cuando encuentras en tu propio cuerpo un lugar seguro? ¿Es fácil o difícil de encontrar?


15. Vuelve a reconocer tus puntos de apoyo ya sea de pie o sentada.


16. Si decidiste hacer este ejercicio con los ojos cerrados, tómate tu tiempo para abrirlos suavemente.


17. Mira detenidamente a tu alrededor reconociendo el espacio en el que estás. Detente un poco más en aquello que es agradable para tu mirada.

Volver de a poquito a aquello que te genera sensaciones agradables, es una manera de reconectar con el cuerpo y regresar a la sensación de seguridad. Entre más recursos tengas para sentir que tu cuerpo no es solo un lugar de dolor, sino también un territorio que habita y percibe lo agradable, te será más fácil evitar la desconexión con tu cuerpo en momentos difíciles.