Restauración del territorio

Restaurar es otra manera de sanar:

implica retornar a lo que somos, comprender de dónde venimos y hacia dónde y cómo queremos ir. Con ese mensaje inició en Arka de la tierra un fuego de origen que acompañó la inmersión presencial Caminos de cuidado comunitario.


Desde el alimento ajustaron los estómagos de ocho liderazgos sociales del país y desde la palabra equilibraron corazones y mentes. Luisa López, cuidadora de vida en Arka de la Tierra, guió con dulzura un recorrido en espiral por una parte del territorio escuela, ubicado en la cuenca media del río Otún.


Todo tiene un orden, nos recordó, pero ese orden no es impuesto, es el resultado de la escucha y en este caso de la disposición por caminar los territorios que enseñan de maneras infinitas; al recorrerlos despiertan memorias en nosotrxs y nos piden estar atentxs al lenguaje de la naturaleza.

¿Has escuchado cuáles son las semillas y las medicinas de tu territorio?

La curiosidad y contemplación de la belleza pueden ser puentes que llevan a preguntarnos qué medicina puede brindar cada planta, qué alimento puede brindar otra, en qué parte de ellas podemos encontrar algo que haga bien: sus raíces, sus hojas o sus flores. Pero también lleva a querer preservarlas, a percibir la relación mutua donde las plantas, animales y toda la biodiversidad se nutren también de nosotrxs.


Como en el cuerpo territorio, en los territorios de montañas, árboles y ríos, la restauración comienza con la desintoxicación y la nutrición, para esto, se sugiere integrar los principios de la agroecología. Una señal de acierto será la participación de otras especies en el proceso de reparación territorial.


En esa recuperación de un orden propio, reiteró Luisa, cada cosa tiene su lugar y esa justa ubicación de las cosas es posible desde la creación y recreación de espacios: cada ambiente propicio ayuda a generar mejores estados de salud.


En el caso de Arka de la tierra hay un lugar para los abonos, uno para el huerto paramagnético, un antuk tinarkamá (camino del pensamiento), el árbol del negativo para ordenar lo denso que nos habita, el ukmaba tanmá (bosque de los ancestros) y uk arkalpa (árbol consejo). Como aquí, todo espacio puede ser ordenado: separar los lugares de alimento de aquellos donde se discuten situaciones difíciles, implementar estrategias propias para compostar nuestras densidades y reconocer espacios armoniosos para descansar y recargarse.


Cada quien, con sus posibilidades, puede intentar recrear sus propias necesidades de orden, las de su comunidad y las de su territorio. A la larga se trata de restaurar afuera para restaurar adentro.


Sincronizar consiste en sostener la vida y la vida se sostiene en red, dice Luisa López, de ahí que cada liderazgo está también sostenido por muchas historias y aprendizajes. Los liderazgos no son solo de una persona, son colectivos y como la vida se sostienen en red.


Algo que hemos naturalizado, pero no es natural es el afán y el estrés, entonces corresponde preguntarnos ¿qué queremos que haga parte de nuestra naturaleza?, ¿cuál es nuestro propio ritmo?


En la medida que el pensamiento sea más claro podremos enfocarnos, decidir a qué dirigir nuestra energía y hacer de a poco, hacer aquello que tengamos tiempo de cuidar, porque es natural que cada cosa requiera de nuestra atención. Con la restauración, el orden y la claridad se fortalece la confianza y esta es fundamental para todos los procesos sociales y comunitarios, pero entonces, para confiar necesitamos ir adentro, escuchar y percibir.


Liderar debe ser una expresión natural de nuestra autonomía y cuidar es tener mucho para dar porque es otra manifestación de la abundancia. Pregúntate cómo das un paso a la vez, cómo continúas haciendo desde el corazón y cómo eso que amas hacer puede ser cada día más bonito. Tu liderazgo, como la montaña, cuida y es cuidado por la vida.

Guía de plantas para aliviarnos

Cada planta es un ser con quien podemos relacionarnos y conversar...

Algunas se expresan en sus hojas, otras en sus raíces o flores, y todas nos enseñan caminos de cuidado. Te compartimos una selección de ocho plantas que hemos reconocido con el acompañamiento de Arka de la Tierra en Risaralda y te invitamos a preguntarte ¿qué plantas hacen parte de la vida de tu territorio?

Esta selección de plantas seguirá creciendo y alimentando nuestra relación con ellas, también es una invitación a que lo alimentes tú, creando tus propias tarjetas con las plantas que te rodean.

Profundiza tu relación con cada planta

Prontoalivio

Soy la planta que acude ante toda dolencia. Mi fuerza abraza fiebre, frío, calor o dolor en el vientre. Mi medicina se instala en el cuerpo y el alma y abre la puerta a esas historias antiguas que guardas en tu esencia.

Soy planta del balance perfecto, el equilibrio y el abrazo materno para sentirse mejor ante cualquier malestar. Con mis flores y aromas alivio el alma y mejoro el estado de ánimo.

Lo que comparto: en mis hojas guardo compuestos con efecto antiinflamatorio, expectorante y digestivo. En muchas tradiciones preparo mi voz en infusiones que alivian la tos, la fiebre y los malestares del estómago.

Ruda

Soy de dulzura fuerte, como el abrazo que sostiene en medio del dolor. En los días de luna, unas hojas mías en el cacao alivian los cólicos y ayudan a regular el ciclo. Limpio los miedos que hay en la matriz. Te acompaño a entrar en los mundos de los sueños y a mirar sin temor lo invisible.

Lo que comparto: mis hojas contienen compuestos que ayudan a calmar cólicos menstruales y a armonizar el ciclo. También acompaño como planta protectora en rituales y ofrendas.

Estragón

Te acompaño a liberar lo anudado. Mi sabor delicado trae ligereza al cuerpo y descanso al corazón. Donde hay pesadez, suavizo; donde hay insomnio, acerco el sueño. Me gusta acompañar con calma, como un susurro que alivia sin imponerse.

Lo que comparto: guardo propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y digestivas. Puedo acompañar tu digestión, reducir la inflamación y favorecer el sueño reparador.

Anamú

Soy planta de resistencia y reconstrucción. Llego cuando la enfermedad debilita, para ayudar a recuperar fuerza, reconectar con la vida y aportar a la salud de los huesos. Mi presencia es firme y tierna, acompaño los procesos largos donde el tiempo se vuelve parte de la cura. Mis raíces y mi esencia te reconectan a nivel celular con la memoria sana natural.

Lo que comparto: mis compuestos tienen actividad inmunoestimulante y potencial anticancerígeno. Ayudo a los cuerpos con cáncer, reconstruyendo células enfermas para que no aumente el daño. También ayudo a reconstruir el tejido óseo y recuperar la conexión y la vitalidad.

Citronela

Soy guardiana de los espacios. Mi aroma despeja, protege y abre lugar para la calma y el buen ánimo. Traigo frescura donde hay molestias; limpio y armonizo donde hay pesadez.

Tengo el poder de limpiar como una escoba energética.

Lo que comparto: mi aceite esencial tiene propiedades repelentes contra insectos. Cuando me diluyo, tengo efectos analgésicos y relajantes, por eso soy gran aliada en los masajes y cuando llego levanto el ánimo.

Romero

Soy la planta de la memoria y la claridad. Mi aroma despierta la energía y la pasión, levanta el ánimo y da fuerza al corazón. Camino contigo cuando necesitas concentración.

Lo que comparto: mis compuestos estimulan la circulación y la actividad neuronal. Soy reconocido como tónico digestivo y revitalizante, capaz de dar energía al cuerpo y frescura a los pensamientos.

Albahaca canela

Soy semilla con el poder de la armonía. Cuando me guardas bajo la lengua, traigo medicina de calma, paz y aceptación de lo que es. Te invito a estar en paz con el momento presente, suavizando lo que agita por dentro.

Lo que comparto: mis semillas y hojas tiene efecto digestivo y calmante. Me sumerjo en bebidas refrescantes que hidratan y equilibran el cuerpo.

Sortilegio / Geranio

Soy planta de protección y ternura. Acompaño en la sanación con la madre. Traigo equilibrio, guardo y cuido los espacios. Envuelvo en dulzura y sostengo lo frágil.

Lo que comparto: el aceite de mis flores y hojas es reconocido en aromaterapia por su acción equilibrante del sistema nervioso y por aliviar dolores musculares o tensiones.

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