Este ejercicio es una forma rápida y natural de disminuir la ansiedad y el pánico, se trata de inducir un suspiro que ayude a regular tu sistema nervioso. La doble inhalación por la nariz seguida de una exhalación larga por la boca permite liberar dióxido de carbono acumulado y restablecer el ritmo respiratorio. Es un recurso sencillo que el cuerpo utiliza de manera espontánea cuando suspira, pero que puede practicarse de forma consciente o inducida para obtener un efecto inmediato.
Duración recomendada: 1 a 3 minutos
Repite mínimo tres veces.
Usa este ejercicio durante crisis de ansiedad, cuando sientas opresión en el pecho, dificultad para respirar o pensamientos acelerados. También puede servir antes de hablar en público o en cualquier momento en el que necesites centrarte. Practicarlo de manera regular te permitirá integrarlo como un recurso de emergencia siempre disponible.
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